martes, 23 de septiembre de 2008

GENESIS:



CAPÍTULO 1
1-3 (Sal. 33: 6, 9). Un depósito de recursos
.-Dios habló, y sus palabras crearon sus obras en el mundo natural. La creación de Dios no es sino un depósito de recursos dispuestos para que él los emplee instantáneamente a su voluntad (Carta 131, 1897).
26 (Efe. 3: 15). Una familia más grande.
-Amor infinito; ¡cuán grande es! Dios hizo el mundo para agrandar el cielo. Desea una familia más grande de seres inteligentes creados
(MS 78, 1901).
27. El hombre, una clase nueva y distinta
.-Todo el cielo se interesó profunda y gozosamente en la creación del mundo y del hombre. Los seres humanos constituían una clase nueva y distinta. Fueron hechos "a imagen de Dios", y fue el propósito del Creador que ellos poblaran la tierra
(RH 11-2-1902).
29 (Sal. 104: 14). Fruto en nuestras manos.
-El Señor ha dado de su vida a los árboles y a las plantas de su creación. Su palabra puede aumentar o disminuir el fruto de la tierra. Si los hombres abrieran su entendimiento para discernir la relación entre la naturaleza y el Dios de la naturaleza, se oirían los fieles reconocimientos del poder del Creador. Sin la vida de Dios, moriría la naturaleza. Sus obras creadas dependen de él. Confiere propiedades vivificantes a todo lo que produce la naturaleza. Hemos de considerar los árboles cargados de fruto como el don de Dios, tanto como si él colocara el fruto en nuestras manos
(MS 114, 1899).
CAPÍTULO 2
2(Exo. 20: 8-11). Siete días literales.
-El ciclo semanal de siete días literales, seis para el trabajo y el séptimo para el descanso, que ha sido preservado y transmitido a través de la historia de la Biblia, se originó en la gran realidad de los siete días primeros
(3SG 90).
7 (1 Cor. 3: 9; Hech. 17: 28). El hombre bajo la supervisión de Dios.
-El organismo físico del hombre está bajo la supervisión de Dios; pero no es como un reloj que es puesto en marcha, y que sigue andando por su cuenta. Late el corazón, una pulsación sigue a otra, una respiración se efectúa después de otra, pero todo el ser está bajo la supervisión de Dios. "Vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios". En Dios vivimos, y nos movemos, y somos. Cada latido del corazón, cada respiración es la inspiración de Aquel que alentó en la nariz de Adán el hálito de vida, la inspiración del Dios omnipresente, el gran YO SOY
(RH 8-11-1898).
(2 Ped. 1: 4). Participantes de la naturaleza de Dios.
-El Señor creó al hombre del polvo de la tierra. Hizo de Adán un participante de la vida y naturaleza de Dios. Fue alentado en él el aliento del Todopoderoso, y se convirtió en un alma viviente. Adán era perfecto en su forma: fuerte, bien parecido, puro, llevaba la imagen de su Hacedor
(MS 102, 1903).
El poder físico preservado por largo tiempo.
-El hombre salió de las manos de su Creador perfecto en su organización y bello en su forma. El hecho de que por seis mil años haya resistido el peso siempre creciente de enfermedades y crimen, es prueba concluyente del poder de resistencia con que al principio fue dotado
(CTBH 7).
8. Adán coronado rey en el Edén.-Adán fue coronado rey en el Edén.
Se le dio dominio sobre toda cosa viviente que Dios había creado. El Señor bendijo a Adán y a Eva con una inteligencia que no dio a ninguna otra criatura. Hizo de Adán el legítimo soberano de todas las obras de las manos de Dios. El hombre, hecho a la imagen divina, podía contemplar y apreciar en la naturaleza las obras gloriosas de Dios
(RH 24- 2-1874).
15. El Edén, cielo en miniatura
.-Adán tenía temas como motivos de contemplación en las obras de Dios en el Edén, que era el cielo en miniatura. Dios no creó al hombre meramente para que contemplara las gloriosas obras de Dios. Por eso le dio manos para trabajar así como mente y corazón para meditar. Si la felicidad del hombre hubiese consistido en no hacer nada, el Creador no le hubiera asignado un trabajo a Adán. El hombre había de encontrar felicidad tanto en el trabajo como en la meditación (RH 24-2-1874).
16, 17 (Gén. 1: 26; Isa. 43: 6, 7). Para repoblar el cielo después de la prueba.
-Dios creó al hombre para la gloria divina, para que después de pasar por la prueba y la aflicción la familia humana pudiera llegar a ser una con la familia celestial. El propósito de Dios era repoblar el cielo con la familia humana, si hubiera demostrado obediencia a cada palabra divina. Adán había de ser probado para ver si iba a ser obediente, como los ángeles leales, o desobediente. Si hubiese soportado la prueba, hubiera instruido a sus hijos tan solamente en un sendero de lealtad. Su mente y sus pensamientos habrían sido como la mente y los pensamientos de Dios. Habría sido enseñado por Dios como su labranza y edificio. Su carácter habría sido modelado de acuerdo con el carácter de Dios
(Carta 91, 1900).
17 (Juan 8: 44; Gén. 3: 4). Semillas de muerte: obras de Satanás.
-Cristo nunca plantó las semillas de muerte en el organismo. Satanás plantó esas semillas cuando tentó a Adán para que comiera del árbol del conocimiento, lo que significó desobediencia a Dios (MS 65,1899 [publicado en Ellen G. White and Her Critics, de F. D. Nichol]).
(Apoc. 13: 8). No se puso en vigor inmediatamente la pena de muerte.
-Adán escuchó las palabras del tentador, y cayó en el pecado al rendirse a sus insinuaciones. En su caso, ¿por qué no se puso en vigor la pena de muerte inmediatamente? Porque se encontró una manera de rescatarlo. El unigénito Hijo de Dios se ofreció como voluntario para tomar sobre sí mismo el pecado del hombre y para hacer la expiación de la raza caída. No podría haber habido perdón para el pecado si no se hubiera hecho esta expiación. Si Dios hubiera perdonado el pecado de Adán sin expiación, el pecado se habría inmortalizado y se habría perpetuado con una osadía que no habría tenido restricciones
(RH 23-4-1901).
CAPÍTULO 3
1-6.una sucesión de caídas.
-Si la humanidad hubiese cesado de caer cuando Adán fue expulsado del Edén, física, mental y moralmente estaríamos ahora en una condición mucho más elevada. Pero al paso que los seres humanos deploran la caída de Adán, que ha resultado en una calamidad tan indecible, desobedecen las órdenes expresas de Dios -como lo hizo Adán-, aunque tienen su ejemplo para ponerlos en guardia a fin de que no hagan como hizo él al violar la ley de Jehová. Ojalá la humanidad hubiera dejado de caer en el pecado con Adán. Pero ha habido una sucesión de caídas. Los seres humanos no aceptan la advertencia del caso de Adán. Condescienden con el apetito y la pasión en violación directa de la ley de Dios, y al mismo tiempo continúan lamentando la transgresión de Adán que introdujo el pecado en el mundo.Desde los días de Adán hasta los nuestros, ha habido una sucesión de caídas en toda suerte de crímenes; y cada caída ha sido mayor que la anterior. Dios no creó una raza de seres tan desprovistos de salud, belleza y poder moral como la que ahora existe en el mundo. Enfermedades de toda clase han estado aumentando terriblemente en la humanidad. Esto no ha sido por providencia especial de Dios, sino directamente en contra de su voluntad. Esto ha venido por el desprecio del hombre de los mismos medios que Dios ha ordenado para resguardarlo de los terribles males existentes
(Id. 4-3-1875).
1. Satanás usa instrumentos.
-En el Edén, Satanás usó la serpiente como su instrumento. Hoy día usa a los miembros de la familia humana, esforzándose por medio de toda suerte de astucia y engaño para levantar barreras en el sendero de justicia calculado para que caminen por él los redimidos del Señor (Carta 91, 1900).
5. No hay cambios en la propaganda de Satanás
.-Dios no consulta nuestras opiniones ni preferencias. Conoce lo que no conocen los seres humanos: los resultados futuros de cada movimiento, y por lo tanto nuestros ojos debieran dirigirse a él y no a las ventajas mundanales presentadas por Satanás. Satanás nos dice que si le prestamos atención, alcanzaremos grandes alturas de conocimiento. Seréis como dioses, le dijo a Eva, si comiereis del árbol prohibido por Dios. Fue muy leve la prueba dada a Adán y a Eva, pero no pudieron soportarla. Desobedecieron a Dios, y esa transgresión abrió las compuertas de la calamidad sobre nuestro mundo
(MS 50, 1893).
6. Se les dio la prueba más suave.
-¡Con cuán intenso interés observó todo el universo el conflicto que había de decidir la posición de Adán y Eva! ¡Cuán atentamente escucharon los ángeles las palabras de Satanás, el originador del pecado, cuando colocó sus propias ideas por encima de las órdenes de Dios y procuró dejar sin efecto la ley de Dios por medio de su razonamiento engañoso! ¡Cuán ansiosamente esperaron para ver si la santa pareja sería engañada por el tentador y se rendiría a sus artificios! Se preguntaban a sí mismos: ¿Transferirá la santa pareja su fe y amor del Padre y el Hijo a Satanás? ¿Aceptarán sus falsedades como verdad? Sabían que podrían refrenarse de tomar el fruto, obedeciendo el mandato positivo de Dios, o podrían violar la orden expresa de su Creador.Les fue dada la prueba más suave que podía darse, pues no había necesidad de que comieran del árbol prohibido. Todo lo que necesitaban había sido provisto
(BE 24-7-1899).
Tan sólo se ganó un conocimiento del pecado y sus resultados
.-Si Adán y Eva nunca hubiesen tocado el árbol prohibido, el Señor les hubiera impartido conocimiento -un conocimiento sobre el cual no descansaba la maldición del pecado - que les habría proporcionado gozo eterno. El único conocimiento que ganaron con su desobediencia fue un conocimiento del pecado y sus resultados
(AUCR 1-3-1904).
Es inexplicable la caída de Adán.
-¿En qué consistió el vigor del asalto contra Adán, que causó su caída? No fue el pecado inherente, pues Dios hizo a Adán conforme al carácter divino, puro y recto. No había principios corruptos en el primer Adán ni propensiones corruptas o tendencias al mal. Adán era tan impecable como los ángeles que están delante del trono de Dios. Esas cosas son inexplicables, pero muchas cosas que ahora no podemos entender serán aclaradas cuando veamos como ahora somos vistos y conozcamos como somos conocidos
(Carta 191, 1899).
(Ecl. 1: 13-18)
.-Siglo tras siglo, la curiosidad de los hombres los ha inducido a buscar el árbol del conocimiento, y con frecuencia piensan que están arrancando el fruto más importante, cuando -a semejanza de las indagaciones de Salomón- encuentran que todo es vanidad y nada en comparación con la ciencia de la verdadera santidad que les abrirá las puertas de la ciudad de Dios. La ambición humana ha ido en procura de la clase de conocimiento que le proporcione gloria, exaltación propia y supremacía. Así obró Satanás sobre Adán y Eva hasta que las restricciones de Dios fueron rotas en pedazos y comenzó su educación bajo el maestro de la mentira, para que pudieran tener el conocimiento que Dios les había vedado: conocer las consecuencias de la transgresión
(MS 67, 1898).
La caída rompió la cadena áurea de la obediencia.
-Adán se rindió a la tentación, y como tenemos tan claramente delante de nosotros el asunto del pecado y sus consecuencias, podemos leer de causa a efecto y ver que no es la magnitud del acto lo que constituye el pecado sino la desobediencia a la voluntad expresada de Dios, lo que es una negación virtual de Dios, un rechazo de las leyes de su gobierno. . .La caída de nuestros primeros padres rompió la cadena áurea de la obediencia implícita de la voluntad humana a la divina. La obediencia ya no ha sido más considerada como una necesidad absoluta. Los seres humanos siguen sus propios pensamientos de los cuales dijo el Señor -refiriéndose a los habitantes del mundo antiguo- que eran de continuo sólo el mal
(MS 1, 1892).
La tentación apartada de Adán en todo lo posible
.Se dispuso el plan de salvación de tal forma que cuando Adán fue probado, la tentación fue apartada de él todo lo posible. Cuando Adán fue tentado, no tenía hambre
(ST 4-4-1900).
El hombre, un ser libre.
Dios tenía poder para retener a Adán impidiéndole tocar el fruto prohibido; pero si lo hubiese hecho, Satanás hubiera tenido un asidero para acusar de arbitrario el gobierno de Dios. El hombre no hubiera sido un ser moral libre, sino una mera máquina
(RH 4-6-1901).
Todo aliciente para que permaneciera leal
.Ciertamente, no era el propósito de Dios que el hombre fuera pecaminoso. Hizo a Adán puro y noble, sin ninguna tendencia al mal. Lo colocó en el Edén, donde tenía todo aliciente para permanecer leal y obediente. Se colocó la ley en torno de él como una salvaguardia
(Ibíd.).
7. Las hojas de higuera no cubren el pecado
.Tanto Adán como Eva comieron del fruto y obtuvieron un conocimiento que, si hubiesen obedecido a Dios, nunca habrían tenido -una experiencia en la desobediencia y deslealtad a Dios-, el conocer que estaban desnudos. Desapareció el ropaje de inocencia, una cobertura proveniente de Dios que los rodeaba. Ellos sustituyeron esa vestimenta celestial cosiendo delantales de hojas de higuera.Esta es la cobertura que han usado los transgresores de la ley de Dios desde los días de la desobediencia de Adán y Eva. Han cosido hojas de higuera para cubrir su desnudez causada por la transgresión. Las hojas de higuera representan los argumentos usados para cubrir la desobediencia. Cuando el Señor llama la atención de hombres y mujeres a la verdad, comienza la confección de delantales de hojas de higuera para ocultar la desnudez del alma. Pero no se cubre la desnudez del pecador. Todos los argumentos reunidos en forma de remiendos por todos los que se han interesado en esta costura endeble quedarán en nada
(Id. 15-11-1898).
10, 11. Se envolvieron con mantos de ignorancia.
Si Adán y Eva nunca hubiesen desobedecido a su Creador, hubieran permanecido en la senda de la rectitud perfecta, podrían haber conocido y entendido a Dios. Pero cuando escucharon la voz del tentador y pecaron contra Dios, se apartó de ellos la luz de las vestimentas de inocencia celestial, y al perder las vestimentas de inocencia, se envolvieron con los oscuros mantos que resultan de ignorar a Dios. La luz clara y perfecta que hasta entonces los había rodeado, había iluminado todo aquello a lo cual se acercaban. Pero privados de esa luz celestial, los descendientes de Adán ya no podían descubrir el carácter de Dios en sus obras creadas
(Id. 17-3- 1904).
15. Adán conocía la ley original.
Cuando fueron creados, Adán y Eva tenían un conocimiento de la ley original de Dios. Estaba impresa en sus corazones, y conocían las exigencias de la ley sobre ellos. Cuando transgredieron la ley de Dios y cayeron de su estado de feliz inocencia, y se convirtieron en pecadores, el futuro de la raza caída no quedó aliviado por un solo rayo de esperanza. Dios se compadeció de ellos y Cristo ideó el plan de su salvación llevando él mismo la culpa. Cuando se pronunció la maldición sobre la tierra y sobre el hombre, hubo una promesa en relación con la maldición: que mediante Cristo había esperanza y perdón por la transgresión de la ley de Dios. Aunque la lobreguez y oscuridad pendían como una mortaja sobre el futuro, sin embargo -en la promesa del Redentor-, la Estrella de la esperanza alumbraba el lóbrego futuro. La primera predicación del Evangelio fue hecha por Cristo a Adán. Adán y Eva experimentaron sincero dolor y arrepentimiento por su culpa. Creyeron la preciosa promesa de Dios y fueron salvados de una ruina total
(RH 29-4-1875).
Cristo, el garante directo.
Tan pronto como hubo pecado, hubo un Salvador. Cristo sabía que habría de sufrir, y sin embargo se convirtió en el sustituto del hombre. Tan pronto como pecó Adán, el Hijo de Dios se presentó como el garante de la raza humana, con tanto poder para impedir la condenación pronunciada sobre los culpables como cuando murió en la cruz del Calvario
(Id. 12-3-1901).
Continente del cielo
.Jesús se convirtió en el Redentor del mundo prestando perfecta obediencia a cada palabra que procede de la boca de Dios. Redimió la desdichada caída de Adán, uniendo la tierra -que había quedado divorciada de Dios por el pecado- con el continente del cielo*
(BE 6-8-1894).
Reunida con la esfera de gloria
.Aunque la tierra fue cercenada del continente del cielo* y alejada de su comunión, Jesús la ha reunido otra vez con la esfera de gloria
(ST24-11-1887).
Sustitución instantánea
.El instante en que el hombre acogió bien las tentaciones de Satanás e hizo las mismas cosas que Dios le había dicho que no hiciera, Cristo, el Hijo de Dios, se colocó entre los vivos y los muertos, diciendo: "Caiga el castigo sobre mí. Estaré en el lugar del hombre. El tendrá otra oportunidad"
(Carta 22,13- 2- 1900).
Cristo colocó sus pies en las pisadas de Adán.
¡Qué amor! ¡Qué admirable condescendencia! ¡El Rey de gloria dispuesto a humillarse descendiendo hasta el nivel de la humanidad caída! Colocaría sus pies en las pisadas de Adán. Tomaría la naturaleza caída del hombre y entraría en combate para contender con el poderoso enemigo que triunfó sobre Adán. Vencería a Satanás, y al hacerlo abriría el camino para la redención de todos los que creyeran en él, salvándolos de la ignominia del fracaso y la caída de Adán
(RH 24-2-1874).
16, 17. Se retiene la ejecución de la sentencia.
Dios retuvo por un tiempo la plena ejecución de la sentencia de muerte pronunciada sobre el hombre. Satanás se lisonjeaba de que para siempre había roto el vínculo entre el cielo y la tierra. Pero en esto estaba grandemente equivocado y quedaría chasqueado. El Padre había puesto el mundo en las manos de su Hijo para que lo redimiera de la maldición y la ignominia del fracaso y la caída de Adán (Redemption; or the Temptation of Christ [Redención; o la tentación de Cristo], pág. 17).
17, 18. La maldición sobre toda la creación.
Toda la naturaleza está perturbada, pues Dios impidió que la tierra cumpliera el propósito que originalmente le había designado. No haya paz para los impíos, dice el Señor. La maldición de Dios está sobre toda la creación. Cada año se hace sentir más decididamente (MS 76a, 1901).Debido a la desobediencia se pronunció la primera maldición sobre la posteridad de Adán y sobre la tierra. La segunda maldición vino sobre la tierra después de que Caín asesinó a su hermano Abel. La tercera y la más espantosa maldición de Dios vino sobre la tierra con el diluvio (4SG 121).La tierra ha sentido la maldición cada vez más pesadamente. Antes del diluvio, la primera hoja que cayó y fue hallada sobre el terreno, causó gran dolor a los que temían a Dios. Se lamentaron por eso como nos lamentamos por la pérdida de un querido amigo. En la hoja marchita podían ver una evidencia de la maldición y de la decadencia de la naturaleza (Id. 155).(Rom. 8: 22).
El pecado del hombre ha traído un resultado seguro: decadencia, deformidad y muerte. Hoy día todo el mundo está manchado, corrompido, afectado de una enfermedad mortal. La tierra gime bajo la continua transgresión de sus habitantes (Carta 22, 13-2-1900).La maldición del Señor está sobre la tierra, sobre el hombre, sobre las bestias, sobre los peces en el mar, y como la transgresión se hace casi universal, se permitirá que la maldición llegue a ser tan amplia y tan profunda como la transgresión (Carta 59, 1898).
Pruebas del continuo amor de Dios.
Después de la transgresión de Adán, Dios podría haber destruido cada capullo que se abría y cada flor lozana, o podría haberles quitado su fragancia, tan grata a los sentidos. En la tierra agostada y estropeada por la maldición, en las zarzas, los abrojos, las espinas y las cizañas, podemos leer la ley de la condenación. Pero en el delicado color y perfume de las flores podemos saber que Dios todavía nos ama, que su misericordia no se ha retirado totalmente de la tierra (RH 8-11-1898).
17-19
.Dios dijo a Adán y a todos los descendientes de Adán: Con el sudor de tu rostro comerás el pan, pues de ahora en adelante la tierra deberá ser trabajada con la desventaja de la transgresión. Producirá espinas y zarzas (MS 84, 1897).No hay lugar en la tierra donde no se vea el rastro de la serpiente y donde no se sienta su venenoso aguijón. Toda la tierra está contaminada bajo sus habitantes. La maldición está aumentando como aumenta la transgresión (Carta 22, 13-2-1900).18.
La amalgamación provocó plantas nocivas
.Ninguna planta nociva fue colocada en el gran huerto del Señor, pero después de que pecaron Adán y Eva brotaron hierbas venenosas. En la parábola del sembrador, se le hizo una pregunta al Amo: "¿No sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?" El Amo contestó: "Un enemigo ha hecho esto". Todas las cizañas son sembradas por el maligno. Cada hierba nociva es siembra de él, y con sus métodos ingeniosos de amalgamación ha corrompido la tierra con cizañas (MS 65, 1899 [publicado en Ellen G. White and Her Critics, de F. D. Nichol]).
22-24 (Apoc. 22: 2, 14). La obediencia es la condición para comer del árbol.
La transgresión de los requerimientos de Dios excluyó a Adán del huerto del Edén. Una espada flamígera fue colocada en torno del árbol de la vida para que el hombre no extendiera la mano y participara de él, inmortalizando el pecado. La condición para comer del árbol de la vida era la obediencia a todos los mandamientos de Dios. Adán cayó por la desobediencia, perdiendo por su pecado todo derecho a usar tanto del fruto vitalizador del árbol que estaba en medio del huerto como de sus hojas, que son para la sanidad de las naciones.La obediencia mediante Jesucristo le da al hombre perfección de carácter y el derecho a participar del árbol de la vida. Las condiciones para participar nuevamente del fruto del árbol, están presentadas claramente en el testimonio de Jesucristo dado a Juan: "Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad" (MS 72, 1901).
24. (Mat. 4: 4; Juan 6: 63). No hay espada delante de nuestro árbol de la vida.
"Escrito está" es el Evangelio que debemos predicar. Ninguna espada flamígera está colocada delante de este árbol de la vida. Todos los que quieran pueden participar de él. No hay poder que pueda prohibir a ninguna alma que tome del fruto de este árbol de la vida, Todos pueden comer y vivir para siempre (Carta 20, 1900).
CAPÍTULO 4
4. La ofrenda debe ser rociada con sangre.
En cada ofrenda para Dios hemos de reconocer aquella gran Dádiva; la única que puede hacer aceptable nuestro servicio para él. Cuando Abel ofreció los primogénitos del rebaño, reconoció a Dios, no sólo como el Dador de sus bendiciones temporales, sino también como el Dador del Salvador. La ofrenda de Abel fue la más escogida que pudiera presentar, pues era lo que pedía el Señor específicamente. Pero Caín sólo trajo de los frutos de la tierra, y su ofrenda no fue aceptada por el Señor. No expresaba fe en Cristo. Todas nuestras ofrendas deben estar rociadas con la sangre de la expiación. Siendo la posesión comprada por el Hijo de Dios, hemos de dar al Señor nuestras propias vidas individuales (RH 24-11-1896).
(Gén. 2: 17). Un sustituto aceptado mientras tanto
.Debido a su culpa, el hombre caído ya no podía ir directamente delante de Dios con sus súplicas, pues su transgresión de la ley divina había colocado una barrera infranqueable entre el Dios santo y el transgresor. Pero se ideó un plan para que la sentencia de muerte recayera sobre un sustituto. Debía haber efusión de sangre en el plan de redención, pues debía intervenir la muerte como consecuencia del pecado del hombre. Habían de prefigurar a Cristo los animales de los sacrificios. Mientras tanto, en la víctima inmolada el hombre debía ver el cumplimiento de las palabras de Dios: "Ciertamente morirás" (Id. 3-3-1874).
6. Dios toma nota de cada acción
.El Señor vio la ira de Caín, vio que había decaído su semblante. Así se revela cuán de cerca toma nota el Señor de cada acción, de todos los intentos y propósitos, sí, aun de la expresión del rostro. Esto, aunque el hombre no diga nada, expresa su negativa de seguir en el camino de Dios y cumplir con la voluntad divina... Bien podría preguntarnos el Señor, cuando no podáis seguir los impulsos de vuestro propio corazón rebelde y cuando estéis obligados a no realizar vuestra propia voluntad inicua y no santificada: "¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?" Tales manifestaciones revelan que los hombres se irritan porque no pueden proceder de acuerdo con las artes y los ardides de Satanás, y tan sólo pueden manifestar un espíritu similar al de Caín (MS 77, 1897).
8. Era inevitable la contienda
.No podía haber armonía entre los dos hermanos y era inevitable la contienda. Abel no podía condescender con Caín sin ser culpable de desobediencia a las órdenes específicas de Dios (Carta 16, 1897).
Caín lleno de desconfianza y furor
.Satanás es el padre de la incredulidad, la murmuración y la rebelión. Llenó a Caín con desconfianza y furor contra su inocente hermano y contra Dios, porque su sacrificio fue rehusado, y fue aceptado el de Abel, y asesinó a su hermano en su insano furor (RH 3-3-1874).
15. La señal de Caín.
Dios ha dado a cada hombre su obra, y si cualquiera se aparta de la obra que Dios le ha dado, para hacer la obra de Satanás, para mancillar su propio cuerpo o guiar a otros al pecado, la obra de ese hombre está maldita y se coloca sobre él la marca de Caín. La ruina de su víctima clamará a Dios como lo hizo la sangre de Abel (Id. 6-3-1894).Cualquier hombre, ya sea ministro o laico, que procura forzar o regir la razón de cualquier otro hombre, se convierte en un instrumento de Satanás para hacer su obra, y lleva la señal de Caín ante la vista del universo celestial (MS 29, 1911).
25. Set, de más noble estatura que Caín o Abel
.Set era de estatura más noble que Caín o Abel y se parecía más a Adán que cualquiera de sus otros hijos. Los descendientes de Set se habían separado de los impíos descendientes de Caín. Albergaban el conocimiento de la voluntad de Dios, al paso que la impía raza de Caín no tenía respeto por Dios ni por sus sagrados mandamientos (3SG 60).
CAPÍTULO 5
22-24. Enoc veía a Dios solamente por fe.
¿Veía [Enoc] a Dios a su lado? Solamente por fe. Sabía que el Señor estaba allí, y se adhería firmemente a los principios de la verdad. También nosotros debemos caminar con Dios. Cuando lo hagamos, nuestro rostro brillará con el resplandor de la presencia divina, y cuando nos reunamos, hablaremos del poder de Dios, diciendo: Alabado sea Dios. Bueno es el Señor, y buena es la palabra del Señor (MS 17, 1903).
Cristo, un compañero constante
.Podemos tener lo que tuvo Enoc. Podemos tener a Cristo como nuestro constante compañero. Enoc caminaba con Dios, y cuando era asaltado por el tentador, podía conversar con Dios acerca de eso. No tenía un "escrito está" como lo tenemos nosotros, pero tenía un conocimiento de su Compañero celestial. Hacía de Dios su Consejero y estaba íntimamente vinculado con Jesús. Y Enoc fue honrado debido a ese proceder. Fue trasladado al cielo sin ver la muerte. Y los que sean trasladados al fin del tiempo, serán los que tengan comunión con Dios en la tierra. Los que demuestren que su vida está oculta con Cristo en Dios, lo representarán continuamente en todas las prácticas de su vida. El egoísmo será cortado de raíz (MS 38, 1897).
Se esforzaba para conformarse con la semejanza divina.
Comprendamos la debilidad de la humanidad y dónde fracasa el hombre en su autosuficiencia. Entonces seremos llenados con un deseo de ser precisamente lo que Dios desea que seamos: puros, nobles, santificados. Tendremos hambre y sed de la justicia de Cristo. Ser como Dios será el deseo dominante del alma.Ese es el deseo que llenaba el corazón de Enoc. Y leemos que éste caminó con Dios. Estudiaba el carácter de Dios con un propósito. No hacía resaltar su propia conducta ni exaltaba su propia voluntad como si hubiera pensado que estaba plenamente calificado para manejar las cosas. Se esforzaba por conformarse con la semejanza divina (Carta 169, 1903).
Cómo caminaba Enoc con Dios
Mientras confiéis en vuestro Padre celestial para que os dé la ayuda que necesitáis, él no os dejará. Dios tiene un cielo lleno de bendiciones que quiere prodigar sobre los que fervientemente buscan esa ayuda que sólo él puede dar. Enoc caminaba con Dios porque miraba por fe a Jesús, pidiendo su dirección, creyendo que se cumpliría cada palabra pronunciada. Se mantuvo cerca, al lado de Dios, obedeciendo cada una de sus palabras... La suya fue una vida maravillosa de unidad. Cristo era su compañero. Estaba en íntimo compañerismo con Dios (MS 111, 1898).
Moraba en una atmósfera pura.
El [Enoc] no moraba con los impíos. No se estableció en 1102 Sodoma pensando salvar a Sodoma. Se ubicó junto con su familia donde la atmósfera fuera lo más pura posible. De ese lugar, a veces iba a los habitantes del mundo con su mensaje recibido de Dios. Le era penosa cada visita que hacía al mundo. Veía y entendía algo de la lepra del pecado. Después de proclamar su mensaje, siempre llevaba de vuelta consigo hasta su lugar de retiro a los que habían recibido la amonestación. Algunos de ellos llegaron a ser vencedores y murieron antes de que viniera el diluvio. Pero muchos habían vivido por tanto tiempo rodeados por la corruptora influencia del pecado, que no podían soportar la rectitud (MS 42, 1900).
24. Ninguna oscuridad moral fue tan densa
.Enoc caminaba con Dios, pero la historia sagrada dice lo siguiente del mundo que lo rodeaba: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal". La vida recta de Enoc estaba en marcado contraste con los impíos que lo rodeaban. Su piedad, su pureza y su integridad invariable fueron el resultado de su caminar con Dios, al paso que la impiedad del mundo fue el resultado de su caminar con el engañador de la humanidad. Nunca ha habido y nunca habrá una era cuando la oscuridad moral sea tan densa como cuando vivió Enoc una vida de rectitud irreprochable (MS 43, 1900).
Enoc, el primer profeta
.Enoc fue el primer profeta entre los hombres. Proféticamente predijo la segunda venida de Cristo a nuestro mundo, y su obra en ese tiempo. Su vida fue un ejemplo de cristianismo consecuente. Sólo labios santos debieran presentar las palabras de Dios en forma de acusaciones y juicios. Su profecía no se encuentra en los escritos del Antiguo Testamento. Quizá nunca encontremos libro alguno que relate las obras de Enoc, pero Judas-profeta de Dios-las menciona (Ibíd.).
CAPÍTULO 6
2. La cooperación con Dios evita el culto a la manera de Caín.
Si el ser humano hubiera cooperado con Dios, no hubiera habido adoradores a la manera de Caín. Se hubiera seguido el ejemplo de obediencia de Abel. La humanidad habría podido cumplir la voluntad de Dios. Podrían haber obedecido su ley, y al obedecer habrían encontrado la salvación. Dios y el universo celestial los habrían ayudado a retener la semejanza divina. Se habría preservado la longevidad, y Dios se habría deleitado en la obra de sus manos (RH 27-12-1898).
3 (1 Ped. 3: 18-21). Dios predicó mediante Matusalén, Noé y otros.
Dios les concedió ciento veinte años de tiempo de gracia y durante ese tiempo les predicó mediante Matusalén, Noé y muchos otros de sus siervos. Si hubieran prestado atención al testimonio de esos fieles testigos, si se hubieran arrepentido y retornado a su lealtad, Dios no los hubiera destruido (RH 23-4-1901).
Enoc dio su testimonio sin vacilaciones
.Antes de la destrucción del mundo antediluviano, Enoc dio su testimonio sin vacilaciones (RH 1-11-1906).
Se oyeron las voces de Noé y Matusalén
.Dios resolvió purificar el mundo con un diluvio, pero su misericordia y amor dio a los antediluvianos un tiempo de gracia de ciento veinte años. Durante ese tiempo, mientras se estaba construyendo el arca, las voces de Noé, Matusalén y muchos otros se oyeron en forma de amonestación y súplica, y cada golpe dado en el arca era un mensaje de amonestación (Id. 19-9-1907).
Algunos creyeron; otros apostataron.
Durante ciento veinte años Noé proclamó el mensaje de amonestación al mundo antediluviano; pero sólo unos pocos se arrepintieron. Algunos de los carpinteros que empleó para la construcción del arca creyeron el mensaje, pero murieron antes del diluvio; otros de los conversos de Noé apostataron (MS 65, 1906).Muchos de los creyentes se mantuvieron en la fe, y murieron triunfantes (MS 35, 1906).
La experiencia de Enoc, un sermón convincente.
[Se cita Jud. 14, 15.] El sermón predicado por Enoc y su traslación al cielo fueron un argumento convincente para todos los que vivían en el tiempo de Enoc. Fueron un argumento que Matusalén y Noé podían usar con poder para mostrar que los justos podían ser trasladados (MS 46, 1895).
La asociación con los incrédulos ocasionó una pérdida.
Los que creyeron cuando Noé comenzó a construir el arca, perdieron su fe al asociarse con incrédulos que les despertaron todas las viejas pasiones de diversión y pompa (RH 15-9-1904).
(1 Juan 3: 8).
Cristo en guerra en los días de Noé.-
"Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo". Cristo estaba empeñado en esa guerra en los días de Noé. Fue su voz la que habló a los habitantes del mundo antiguo en mensajes de amonestación, reproche e invitación. Dio a las gentes un tiempo de gracia de ciento veinte años en los cuales podrían haberse arrepentido. Pero eligieron los engaños de Satanás y perecieron en las aguas del diluvio (Id. 12-3-1901).
4. Perecieron grandes obras de arte e inventos.
En el diluvio perecieron mayores creaciones del arte y del ingenio humanos que las que conoce el mundo de hoy día. Las artes destruidas fueron mayores que las alardeadas artes actuales (Carta 65, 1898).¿Cómo obtuvo el ser humano su conocimiento que lo llevó a la inventiva? Del Señor, estudiando la formación y hábitos de diferentes animales. Cada animal es un libro de texto, y del uso que dan a su cuerpo y a las armas de que están provistos, la humanidad ha aprendido a hacer aparatos de múltiple funcionamiento. Si la gente pudiera saber cuántas artes se han perdido para nuestro mundo, no hablaría tan suelta de lengua de las edades oscuras. Si se pudiera haber visto cómo obró una vez Dios mediante sus súbditos humanos, se hablaría con menos desprecio de las artes del mundo antediluviano.En muchos respectos, se perdió en el diluvio más de lo que hoy se sabe. Contemplando el mundo, vio Dios que el intelecto que había dado al ser humano estaba pervertido, que la imaginación de su corazón era continuamente el mal. Dios había dado conocimiento a esos hombres. Les había dado ideas valiosas para que pudieran haber llevado a cabo el plan divino. Pero el Señor vio que aquellos para quienes él tenía el propósito de que poseyeran sabiduría, tacto y juicio, estaban usando cada facultad de la mente para glorificar el yo. Mediante las aguas del diluvio, destruyó esa raza longeva de la tierra y con ella pereció el conocimiento que sólo habían usado para el mal. Cuando se repobló la tierra, el Señor dio en una medida menor su sabiduría a los hombres, dándoles sólo la capacidad que pudieran necesitar para llevar a cabo su gran plan (Carta 24, 1899).
Engaños del progreso
.El verdadero conocimiento ha disminuido con cada generación sucesiva. Dios es infinito, y los primeros habitantes de la tierra recibían sus instrucciones de ese Dios infinito que creó el mundo. No eran deficientes en conocimiento los que lo recibieron directamente de la sabiduría infinita. Dios instruyó a Noé en la manera de hacer aquella inmensa arca para la salvación de él y de su familia. También instruyó a Moisés en la manera de hacer el tabernáculo y los bordados y artesanía que habían de adornar el santuario. Las mujeres efectuaron con gran ingeniosidad los bordados de plata y oro. No faltaron hombres diestros que realizaron la obra de construir el arca, el tabernáculo y los vasos de oro macizo.Dios dio a David un modelo del templo que construyó Salomón. Tan sólo se permitió que los diseñadores y artistas más hábiles se ocuparan de la obra. Cada piedra del templo fue preparada para ocupar exactamente su lugar antes de ser llevada al templo. Y el templo se erigió sin el sonido del golpe de un hacha o un martillo. No se halla en el mundo un edificio tal en lo que atañe a belleza, riqueza y esplendor.Ahora hay muchos inventos y adelantos, así como máquinas que ahorran esfuerzos, que no tuvieron los antiguos. Ellos no las necesitaban. . .Mientras mayor ha sido el tiempo en que la tierra ha yacido bajo la maldición, más difícil le ha sido al ser humano cultivarla y hacerla productiva. A medida que el suelo se ha vuelto más improductivo y se ha hecho necesario duplicar la labor para trabajarlo, Dios ha suscitado hombres con facultades ingeniosas para construir implementos que alivien las tareas de la tierra que gime bajo la maldición. Pero Dios no ha estado en todos los inventos. En gran medida, Satanás ha regido las mentes humanas y las ha impelido a nuevos inventos que las han hecho olvidarse de Dios.En lo que atañe al vigor del intelecto, los que viven ahora no se pueden comparar con los antiguos. Con los antediluvianos desaparecieron más artes y capacidades que las que posee la generación actual. Los que viven en esta época degenerada no pueden nunca compararse en arte y destreza con el conocimiento que poseyeron los hombres vigorosos que vivían casi hasta los mil años de edad.Los antediluvianos vivían muchos centenares de años, y cuando tenían cien años eran considerados jóvenes. Esos longevos tenían mentes sanas en cuerpos sanos. Su fortaleza mental y física era tan grande, que la débil generación actual no puede compararse con ellos. Esos antiguos disponían de casi mil años para adquirir conocimiento. Entraban en la etapa de plena actividad entre los sesenta y cien años, aproximadamente el tiempo cuando los de mayor longevidad de hoy ya han hecho su parte en el corto lapso de su vida y no están más en actividad. Los que son engañados y halagados con la falsedad de que la actual es una era de verdadero progreso y que la raza humana en los siglos pasados ha estado progresando en verdadero conocimiento, están bajo la influencia del padre de la mentira, cuya obra siempre ha sido la de convertir la verdad de Dios en mentira (4SG 154-156).
Gigantes antes del diluvio
.En la primera resurrección, todos surgen con lozanía inmortal, pero en la segunda se ven en todos las señales de la maldición. Todos surgen como descendieron a sus tumbas. Los que vivieron antes del diluvio salen con su estatura gigantesca, más del doble de la altura de los hombres que ahora viven en la tierra, y son bien proporcionados. Las generaciones posteriores al diluvio fueron de una estatura menor (3SG 84).
5. La degeneración los llevó de la liviandad a los pecados envilecedores
.Tenemos la historia de los antediluvianos y de las ciudades de la llanura, cuyo curso de conducta degeneró de liviandad y frivolidad en pecados envilecedores que hicieron descender la ira de Dios en una destrucción espantosísima, a fin de eliminar de la tierra la maldición de su contaminadora influencia. La propensión y la pasión sobrepujaron la razón. El yo era su dios, y el conocimiento del Altísimo casi quedó raído por la complacencia egoísta de corruptas pasiones (Carta 74, 1896).
Pervirtieron lo que era lícito
.El pecado de los antediluvianos consistió en pervertir lo que era lícito en sí mismo. Corrompieron los dones de Dios usándolos para complacer sus deseos egoístas. La complacencia del apetito y de las bajas pasiones hizo que sus pensamientos fueran completamente corruptos. Los antediluvianos eran esclavos de Satanás; guiados y controlados por él (MS 24, 1891).
Corrompidos por el apetito pervertido
.Los habitantes del mundo de Noé fueron destruidos porque se corrompieron debido a la complacencia del apetito pervertido (ST 2-9-1875).
11. Rindieron culto a la complacencia propia; fomentaron el crimen
.Rindieron culto a la complacencia egoísta -comiendo, bebiendo, divirtiéndose- y recurrían a actos de violencia y crimen si se coartaban sus deseos y pasiones.En los días de Noé, la abrumadora mayoría se oponía a la verdad y estaba prendada de una trama de falsedades. La tierra estaba llena de violencia. Guerra, crimen, asesinato estaban a la orden del día. Así también será antes de la segunda venida de Cristo (MS 24, 1891).
12, 13. Noé ridiculizado
.Antes de la destrucción del mundo antiguo por un diluvio, había hombres talentosos, hombres que poseían habilidad y conocimiento. Pero se corrompieron en sus pensamientos porque dejaron de lado a Dios en sus planes y consejos. Eran sabios en hacer lo que Dios nunca les había dicho que hicieran; sabios para hacer el mal. El Señor vio que su ejemplo sería deletéreo para los que nacieran después, y tomó el asunto en sus manos. Durante ciento veinte años les envió amonestaciones mediante su siervo Noé. Pero usaron el tiempo de gracia que tan bondadosamente se les concedía para ridiculizar a Noé. Lo caricaturizaron y criticaron. Se rieron de él por su extraordinario fervor e intensa pasión manifestados al hablar de los castigos que él declaró que Dios llevaría a cabo con toda seguridad. Hablaban de la ciencia y de las leyes que rigen la naturaleza. Entonces tomaron a mofa las palabras de Noé, llamándolo loco fanático. Se terminó la paciencia de Dios, y dijo a Noé: "He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra" (MS 29, 1890).
17 (2 Ped. 3: 10; Apoc. 14: 10). Carbón y petróleo, elementos en la destrucción final.
Aquellos árboles majestuosos que Dios había hecho que crecieran en la tierra para beneficio de los habitantes del mundo antiguo, y que ellos habían usado para convertirlos en ídolos y para corromperse con ellos, Dios los ha reservado en la tierra -en forma de carbón y petróleo- para usarlos como instrumentos de la destrucción final de ellos. Así como hizo salir las aguas que estaban dentro de la tierra en el tiempo del diluvio- como armas de su arsenal para realizar la destrucción de la raza antediluviano-, así también al fin de los mil años hará salir los fuegos que están dentro de la tierra como sus armas que ha reservado para la destrucción final, no sólo de las generaciones sucesivas del diluvio en adelante, sino de la raza antediluviana que pereció con el diluvio (3SG 87).
CAPÍTULO 7
21-23. Mantenida por la fe en Cristo.
-Fue Cristo el que mantuvo a salvo el arca en medio de las rugientes e hirvientes olas, porque los que estaban dentro de ella tenían fe en ser preservados por el poder de él (RH 12-3-1901).
CAPÍTULO 8
13. Se preservaron semillas y algunas plantas.
Fueron destruidos los bellos árboles y arbustos que dan flores. Sin embargo, Noé preservó semillas y las llevó consigo al arca, y Dios por su poder milagroso preservó vivas unas pocas de las diferentes clases de árboles y arbustos para las generaciones futuras. Poco después del diluvio, árboles y plantas parecían brotar de las mismas rocas. En la providencia de Dios, algunas semillas fueron esparcidas y llevadas a las hendeduras de las rocas y allí fueron ocultadas con seguridad para el uso futuro del hombre (3SG 76).
CAPÍTULO 9
6. Dios protege los derechos humanos
.Dios protege con gran cuidado los derechos humanos. El ha establecido un castigo para los que perpetran un asesinato voluntariamente. "El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada" (Gén. 9: 6). Si se dejara sin castigar a un asesino, arruinaría a otros por su mala influencia, y su cruel violencia subvertiría a otros. Esto llevaría a un estado de cosas similar al que existió antes del diluvio. Dios debe castigar a los asesinos. El da vida, y quitará la vida, si esa vida se convierte en un terror y una amenaza (MS 126, 1901).
12. El arco iris simboliza el amor de Cristo que circunda la tierra.
Cuando contemplamos el arco iris -sello y señal de la promesa de Dios para el hombre de que la tempestad de su ira no asolará más nuestro mundo con las aguas de un diluvio-, deducimos que hay otros ojos que no son los finitos que están contemplando esta gloriosa escena. Los ángeles se regocijan viendo esta preciosa señal del amor de Dios para el hombre. El Redentor del mundo contempla ese arco, pues Cristo lo hizo aparecer en los cielos como una señal o pacto de promesa para el hombre. Dios mismo observa el arco en las nubes, y recuerda su pacto eterno entre él y el hombre.Después de la terrible demostración del poder castigador de Dios, manifestado en la destrucción del mundo antiguo mediante el diluvio, Dios sabía que en los que se habían salvado de la destrucción se despertarían temores cada vez que se acumularan nubes, redoblara el tambor de los truenos y fulguraran los relámpagos; y que el sonido de la tempestad y el derramarse de las aguas de los cielos provocaría terror en sus corazones, por temor de que viniera otro diluvio sobre ellos. Pero he aquí el amor de Dios en la promesa: [se cita Gén. 9: 12-15].La familia de Noé observó con admiración y temor reverente, mezclados con gozo, esa señal de la misericordia de Dios que atravesaba los cielos. El arco representa el amor de Cristo que rodea la tierra y llega hasta los cielos más elevados, poniendo en comunicación a los hombres con Dios y vinculando la tierra con el cielo.Cuando contemplemos el bello espectáculo, podremos regocijarnos en Dios, seguros de que él mismo está contemplando esa señal de su pacto, y que al hacerlo recuerda a sus hijos de la tierra, para quienes fue dada. El no desconoce las aflicciones de ellos, sus peligros y pruebas. Podemos regocijarnos esperanzados, pues el arco iris del pacto de Dios está sobre nosotros. Nunca olvidará a los hijos a quienes cuida. Cuán difícil es que la mente finita del hombre entienda el amor peculiar y la ternura de Dios y su incomparable condescendencia cuando dijo: "Veré el arco en las nubes, y me acordaré de ti" (RH 26-2-1880).
CAPÍTULO 11
2-9. Los hombres reanudaron las hostilidades.
Tan pronto como se repobló la tierra, los hombres reanudaron su hostilidad contra Dios y el cielo. Transmitieron su enemistad a sus descendientes como si la habilidad y los ardides para descarriar a los hombres y perpetuarlos en esa guerra antinatural hubiera sido un legado sagrado (Carta 4, 1896).
3-7. Una confederación nacida de la rebelión
.Esta confederación nació de la rebelión contra Dios. Los moradores de la llanura de Sinar establecieron su reino para su exaltación propia, no para la gloria de Dios. Si hubiesen tenido éxito hubiera predominado un grandioso poder que hubiera desterrado la justicia e inaugurado una nueva religión. El mundo se habría corrompido. La mezcla de ideas religiosas con teorías erróneas hubiera terminado cerrando la puerta a la paz, la felicidad y la seguridad. Esas hipótesis, esas teorías erróneas, llevadas a cabo y perfeccionadas, habrían apartado las mentes de la lealtad a los estatutos divinos, y la ley de Jehová hubiera sido despreciada y olvidada. Hombres decididos -inspirados e instados por el primer gran rebelde- habrían resistido todo lo que se interpusiera en sus planes o en su mal proceder. En lugar de los preceptos divinos, habrían puesto leyes urdidas de acuerdo con los deseos de su corazón egoísta, a fin de poder llevar a cabo sus propósitos (RH 10-12-1903).
CAPÍTULO 12
1. Abrahán elegido de una generación idólatra.
Después del diluvio, una vez más se multiplicaron los habitantes de la tierra, y también aumentó la impiedad. La idolatría llegó a ser casi universal, y finalmente el Señor dejó que los endurecidos transgresores siguieran sus malos caminos, mientras él eligió a Abrahán, del linaje de Sem, y lo convirtió en guardián de su ley para las generaciones futuras (MS 65, 1906).
La familia de Abrahán influida por el culto falso.
En esa época, la idolatría se estaba introduciendo rápidamente y estaba entrando en conflicto con el culto del verdadero Dios. Pero Abrahán no se hizo idólatra. Aunque su mismo padre vacilaba entre el culto verdadero y el falso, y aunque se mezclaban con su conocimiento de la verdad falsas teorías y prácticas idolátricas, Abrahán se mantuvo a salvo de esa aberración. No se avergonzaba de su fe y no hizo ningún esfuerzo para ocultar el hecho de que confiaba en Dios. El "edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová" (YI 4-3-1897).
2,3 (Juan 8: 56; Gál. 3: 8). Abrahán vio al Redentor venidero.
Cristo dijo a los fariseos: "Abrahán vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó" (Juan 8: 56). ¿Cómo supo Abrahán de la venida del Redentor? Dios le dio luz acerca del futuro. Se anticipó al tiempo cuando el Salvador vendría a esta tierra con su divinidad velada por la humanidad. Por fe vio al Redentor del mundo viniendo como Dios en la carne. Vio cómo el peso de la culpa era quitado de la humanidad y puesto sobre el sustituto divino (MS 33, 1911).
(Efe. 2: 8). La observancia de los mandamientos bajo el pacto abrahánico
.Si bajo el pacto abrahánico no hubiera sido posible que los seres humanos guardaran los mandamientos de Dios, todos estaríamos perdidos. El pacto abrahánico es el pacto de la gracia. "Por gracia sois salvos" [se cita Juan 1: 11, 12]. ¿ Hijos desobedientes? No, obedientes a todos los mandamientos divinos. Si no fuese posible que fuéramos observadores de los mandamientos, entonces ¿por qué hace Dios de la obediencia a sus mandamientos la prueba de que lo amamos? (Carta 16, 1892).
CAPÍTULO 13
10, 11. Lot entró rico; salió sin nada.
El [Lot] eligió una tierra que tenía una excelente ubicación y que prometía grandes ganancias. Como resultado de su elección, Lot entró rico y salió sin nada. Hay una enorme diferencia en el resultado final si una persona se coloca donde pueda recibir la mejor ayuda posible de las influencias correctas, o si prefiere elegir las ventajas temporales. Hay muchos caminos que llevan a Sodoma. Todos necesitamos colirio para poder discernir el camino que lleva a Dios (Carta 109, 1899).
Lot estuvo convencido de su error.
Lot eligió a Sodoma como su hogar, porque vio allí ventajas que ganar desde un punto de vista mundano. Pero después de que se hubo establecido y se hubo enriquecido con tesoros terrenales, se convenció de que había cometido un error al no tomar en cuenta el nivel moral de la comunidad donde iba a establecer su hogar (RH 14-11-1882).
CAPÍTULO 14
18-20. Melquisedec, representante de Cristo.
Dios nunca se ha quedado sin testigos en la tierra. En un tiempo, Melquisedec representó al Señor Jesucristo en persona 1107 para revelar la verdad del cielo y perpetuar la ley de Dios (Carta 190, 1905).Fue Cristo quien habló por medio de Melquisedec, el sacerdote del Dios altísimo. Melquisedec no era Cristo, sino la voz de Dios en el mundo, el representante del Padre. Y a través de todas las generaciones del pasado, Cristo ha hablado; Cristo ha guiado a su pueblo y ha sido la luz del mundo. Cuando Dios eligió a Abrahán como representante de su verdad, lo sacó de su país, lo alejó de su parentela y lo apartó. Deseaba modelarlo de acuerdo con su propio modelo. Deseaba enseñarle de acuerdo con sus propios planes (RH 18-2-1890).
20 (Gén. 28: 22; Lev. 27: 30). El diezmo se remonta a los días de Adán.
El sistema del diezmo se remonta más allá de los días de Moisés. Se requería que se presentaran ofrendas a Dios con propósitos religiosos aun antes de habérsele dado a Moisés detalladamente el plan del diezmo; éste se remonta a los días de Adán. En cumplimiento de los requisitos de Dios, mediante ofrendas se había de manifestar aprecio por las misericordias y bendiciones divinas. Las generaciones subsiguientes hicieron lo mismo, y el plan fue practicado por Abrahán, quien dio diezmos a Melquisedec, el sacerdote del Dios altísimo. El mismo principio existía en los días de Job (ST 29-4-1875).
CAPÍTULO 15
9-11. Que nada malogre vuestro sacrificio
.Vigilad tan fielmente como lo hizo Abrahán para evitar que los cuervos u otras aves de rapiña se posen sobre vuestro sacrificio y ofrenda para Dios. Debiera vigilarse de tal manera cada pensamiento de duda como para que no se haga manifiesto en palabras. La luz siempre huye de las palabras que honran a los poderes de las tinieblas (Carta 7, 1892).
16. Dios prolongó su longanimidad por amor a los amorreos piadosos.
En los días de Abrahán, el Señor declaró: "Aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo". En ese tiempo, él no hubiera permitido que fueran destruidos. En esto se revela la longanimidad de Dios. Los amorreos estaban enemistados contra la ley de Dios; no creían en él como el Dios verdadero y viviente; pero entre ellos había unas pocas personas buenas, y por causa de esas pocas, él fue indulgente mucho tiempo. Siglos después, cuando los israelitas regresaron de Egipto a la tierra prometida, los amorreos fueron expulsados "delante de los hijos de Israel". Finalmente sufrieron calamidades debido a su continuo y voluntario desprecio de la ley de Dios (RH 12-7-1906).
(Ecl. 8: 11, 12). El rechazo de la luz condujo a la destrucción de los amorreos.
Los amorreos eran habitantes de Canaán y el Señor había prometido la tierra de Canaán a los israelitas; pero debía pasar un largo intervalo antes de que su pueblo poseyera la tierra. El declaró la razón por la cual debía transcurrir ese intervalo. Les dijo que las iniquidades de los amorreos no habían llegado todavía a su colmo, y su expulsión y exterminio no podían justificarse hasta que hubieran llenado la copa de su iniquidad. La idolatría y el pecado caracterizaban su conducta, pero la medida de su culpabilidad no era tal como para que pudieran ser entregados a la destrucción. En su amor y compasión, Dios iba a hacer que brillara la luz sobre ellos en forma de rayos más nítidos; les iba a dar la oportunidad de contemplar la obra de su maravilloso poder a fin de que no pudiera haber excusa para su conducta maligna. Así trata Dios a las naciones. A través de un cierto período de prueba, manifiesta magnanimidad para con las naciones, las ciudades y los individuos. Pero cuando es evidente que no recurrirán a él para que puedan tener vida, caen castigos sobre ellos. Llegó el tiempo cuando se descargó el castigo sobre los amorreos, y vendrá el tiempo cuando todos los transgresores de su ley sabrán que Dios de ninguna manera justifica al impío (Id. 2-5-1893).
CAPÍTULO 18
19. El cumplimiento de las condiciones trae una bendición.
Si los padres cumplieran las condiciones bajo las cuales Dios ha prometido ser su fortaleza, no dejarían de recibir la bendición divina en sus hogares (RH 21-5-1895).
CAPÍTULO 19
12-14. Sodoma pasó el límite de la misericordia
.Los sodomitas habían pasado el límite de la misericordia, y no se les concedió más luz antes de su destrucción. Si la amonestación hubiese pasado por esas ciudades de la 1108 llanura y se les hubiese dicho exactamente lo que estaba por venir, ¿Cuáles de ellos habrían creído? No hubieran aceptado más el mensaje que los yernos de Lot, y Dios lo sabía (MS 19a, 1886).
16. Lot paralizado
.Lot fue paralizado por la gran calamidad que estaba por ocurrir; estuvo estupefacto de dolor ante el pensamiento de dejar todo lo que estimaba precioso en el mundo (RH 14-11-1882).
CAPÍTULO 22
1 (Sant. 1: 13). Dios permitió que las circunstancias los pusieran a prueba.
¿Qué es tentación? Es el medio por el cual los que pretenden ser hijos de Dios son probados y examinados. Leemos que Dios tentó a Abrahán; que tentó a los hijos de Israel. Esto significa que permitió que existieran las circunstancias que probaron su fe, y los indujo a acudir a él en procura de ayuda. Dios permite que la tentación sobrevenga a los suyos hoy día para que puedan comprender que él es su ayudador. Si se le acercan cuando son tentados, los fortalece para hacer frente a la tentación. Pero son vencidos si se rinden al enemigo, descuidando el colocarse cerca de su todopoderoso Ayudador. Se separan de Dios. No dan una evidencia de que caminan en la senda de Dios (ST 12-3-1912).
2. Nada es demasiado precioso para darlo a Dios.
Para nuestro beneficio se registra este acto de fe de Abrahán. Nos enseña la gran lección de confiar en los requerimientos de Dios, no importa cuán apremiantes y penosos sean, y enseña a los hijos una perfecta sumisión a sus padres y a Dios. Con la obediencia de Abrahán se nos enseña que nada es demasiado precioso para que no se lo demos a Dios (Id. 27-1-1887).
12. Cada don es del Señor
.La prueba de Abrahán fue la más rigurosa que pudiera haberle sobrevenido a un ser humano. Si hubiese fracasado en ella, nunca hubiera pasado a la posteridad como el padre de los fieles. Si se hubiera desviado de la orden de Dios, el mundo hubiera perdido un ejemplo inspirador de fe y obediencia sin reservas. Se dio la lección para que brillara a través de los siglos a fin de que aprendamos que nada es demasiado precioso como para negarlo a Dios. Cuando consideramos que cada don es del Señor -para ser usado en su servicio- nos aseguramos la bendición celestial. Devolved a Dios las posesiones que os confió, y más os será confiado. Retened vuestras posesiones para vosotros mismos, y no recibiréis ninguna recompensa en esta vida y perderéis la recompensa de la vida venidera (YI 6-6-1901).
Isaac, un símbolo de Cristo
.Dios tenía el propósito de que la ofrenda de Isaac prefigurara el sacrificio de su Hijo. Isaac fue un símbolo del Hijo de Dios, que fue ofrecido como sacrificio por los pecados del mundo. Dios deseaba impresionar en Abrahán el Evangelio de salvación para los hombres; y a fin de convertir la verdad en una realidad y probar su fe, requirió de Abrahán que matara a su querido Isaac. Toda la agonía que sufrió Abrahán durante esa oscura y terrible prueba tenía el propósito de impresionar profundamente en su entendimiento el plan de redención para el hombre caído (Id. 1-3-1900).
CAPÍTULO 25
29-34 (Heb. 12: 16, 17). La primogenitura perdió su valor y santidad
.Esaú se sentía especial y fuertemente atraído por cierto alimento, y por tanto tiempo se había complacido a sí mismo, que no sintió la necesidad de apartarse del plato codiciado y tentador. Reflexionó, y no hizo ningún esfuerzo especial para reprimir su apetito, hasta que el poder de ese alimento venció toda otra consideración y lo controló, y se imaginó que sufriría una gran molestia y aun la muerte si no podía disponer precisamente de ese plato. Mientras más pensaba en eso, más se fortalece su deseo, hasta que su primogenitura -que era sagrada- perdió su valor y su santidad. Pensó: pues bien, si la vendo ahora, fácilmente la puedo comprar de nuevo... Cuando procuró recuperarla comprándola, aun a expensas de un gran sacrificio suyo, no lo pudo hacer... Buscó afanosamente el arrepentimiento hasta con lágrimas, pero todo fue en vano. Había despreciado la bendición, y el Señor se la quitó para siempre (RH 27-4-1886).
Esaú, un símbolo
.Esaú pasó la crisis de su vida sin saberlo. Lo que consideró como un asunto apenas digno de un pensamiento, fue el acto que reveló los rasgos predominantes en su carácter. Mostró su elección, mostró su verdadera estima de lo que era sagrado y que debiera haber sido apreciado como sagrado. 1109 Vendió su primogenitura por la pequeña complacencia de satisfacer su deseo del momento, y eso determinó el curso posterior de su vida. Para Esaú, un bocado de comida valía más que el servicio de su Maestro (Carta 5, 1877).Esaú representa a los que no han saboreado los privilegios que son suyos, comprados para ellos a un costo infinito, y en cambio han vendido su primogenitura por alguna complacencia del apetito o por amor a una ganancia (Carta 4, 1898).
CAPÍTULO 28
12. Los que suben deben afirmar bien los pies.
Jesús es la escalera hacia el cielo... y Dios nos exhorta a subir por ella. Pero no podemos hacerlo mientras nos cargamos con tesoros terrenales. Nos perjudicamos cuando preferimos nuestra conveniencia y ventajas personales a las cosas de Dios. No hay salvación en las posesiones o recursos terrenales. Un hombre no es exaltado a la vista de Dios ni considerado bueno por él, porque posee riquezas terrenales. Si nos hacemos expertos en el arte de subir, aprenderemos que a medida que ascendemos debemos abandonar todo estorbo. Los que suben deben afirmar bien los pies en cada peldaño de la escalera (ST 1-2-1899).
12, 13. Cristo salva el abismo.
Jacob pensó obtener la primogenitura y sus beneficios mediante el engaño, pero se chasqueó. Pensó que había perdido todo, su relación con Dios, su hogar, y todo lo demás, y allí estaba como un fugitivo frustrado. ¿Pero qué hizo Dios? Lo contempló en su condición desesperada, Vio su desengaño, y vio que había en él elementos que redundarían para gloria de Dios. Tan pronto Dios vio su condición, le presentó la escalera mística que representa a Jesucristo. Aquí está el hombre que había perdido toda relación con Dios, y el Dios del cielo lo contempla y consiente en que Cristo salve el abismo abierto por el pecado. Podríamos haber mirado y dicho: Anhelo el cielo, ¿pero cómo puedo alcanzarlo? No veo ningún camino. Eso es lo que pensó Jacob, y por eso Dios le mostró la visión de la escalera, y esa escalera conecta la tierra con el cielo, con Jesucristo. Un hombre puede subir por ella, pues la base descansa sobre la tierra y el peldaño superior llega hasta el cielo...Vosotros, habitantes de la tierra, ¡alabad a Dios! ¿Y por qué? Porque mediante Jesucristo -cuyo largo brazo humano rodea a la humanidad, mientras con su brazo divino se aferra del trono del Infinito- el abismo es salvado con su propio cuerpo, y este mundo, pequeño como un átomo, que estuvo separado del continente del cielo por el pecado y se convirtió en una isla, otra vez es rehabilitado porque Cristo salvó el abismo (MS 5, 1891).
CAPÍTULO 31
50. Labán entendía el mal de la poligamia.
Labán entendía el mal de la poligamia, aunque fue sólo por su ardid por lo que Jacob había tomado dos esposas. Bien sabía que debido a los celos de Lea y Raquel ellas entregaron sus siervas a Jacob, lo que complicó la relación de la familia y aumentó la desdicha de sus hijas. Y ahora cuando sus hijas viajaban a una gran distancia de él, y ellas habían decidido separarse enteramente de la casa de su padre, Labán trató de preservar en todo lo posible la felicidad de ellas. Labán no estaba dispuesto a que Jacob atrajera todavía mayor desdicha sobre sí mismo y sobre Lea y Raquel tomando otras esposas (3SG 126).
CAPÍTULO 32:
24.La victoria es segura cuando se rinde el yo.
Jacob "venció al ángel, y prevaleció". Por medio de la humillación, el arrepentimiento y la entrega del yo, este mortal pecaminoso y falible prevaleció ante la Majestad del cielo. Se había aferrado con su tembloroso puño de las promesas de Dios, y el corazón de amor infinito no podía poner de lado la súplica del pecador...No desespere nadie de ganar la victoria. La victoria es segura cuando se rinde el yo ante Dios (MS 2, 1903).
26 (Mat. 11: 12). Son esenciales un esfuerzo determinado y fe.
Jacob estuvo temeroso y angustiado mientras procuró obtener la victoria por su propia fuerza. Confundió al visitante divino con un enemigo y contendió con él mientras le quedaron fuerzas. Pero cuando se entregó a la misericordia de Dios, encontró que en vez de estar en las manos de un enemigo, estaba rodeado por los brazos del amor infinito. Vio a Dios cara a cara, y fueron perdonados sus pecados. "El reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan". Esa violencia implica todo el corazón. Ser indeciso es ser inestable. Se requieren resolución, abnegación y esfuerzo consagrado para efectuar la obra de preparación. Pueden unirse la comprensión y la conciencia; pero fracasaremos si la voluntad no se pone en acción. Cada facultad y cada sentimiento deben emplearse. El ardor y la oración ferviente deben ocupar el lugar del descuido y de la indiferencia. Tan sólo mediante fervientes y determinados esfuerzos y fe en los méritos de Cristo podemos vencer y ganar el reino del cielo. Nuestro tiempo para trabajar es corto. Pronto Cristo vendrá por segunda vez (YI 24-5-1900).
CAPÍTULO 35
2, 3. Se acepta el esfuerzo de Jacob por quitar el mal.
Jacob fue humillado, y requirió que su familia se humillara y se despojara de todos sus adornos, pues él iba a hacer expiación por los pecados de ellos ofreciendo un sacrificio a Dios, para que él les concediera su favor y no quedaran abandonados para ser destruidos por otras naciones. Dios aceptó los esfuerzos de Jacob para quitar el mal de su familia, se le apareció, lo bendijo y renovó la promesa que le había hecho, porque el temor de Dios estaba delante de él (3SG 137).
CAPÍTULO 37
4. José ejemplifica a Cristo.José ejemplifica a Cristo.
Jesús vino a los suyos, pero los suyos no lo recibieron. Fue rechazado y despreciado porque sus obras eran justas, y su vida consecuente y abnegada era un reproche continuo para los que profesaban piedad pero cuyas vidas eran corruptas. La integridad y la virtud de José fueron terriblemente atacadas y no prevaleció la mujer que quiso descarriarlo; por lo tanto, se robusteció su odio contra la virtud y la integridad que ella no pudo corromper, y testificó falsamente contra él. El inocente sufrió debido a su rectitud. Fue arrojado en la prisión a causa de su virtud. José fue vendido a sus enemigos por sus propios hermanos por una pequeña suma de dinero. El Hijo de Dios fue vendido a sus más acérrimos enemigos por uno de sus propios discípulos. Jesús fue manso y santo. La suya fue una vida sin par de abnegación, bondad y santidad. No fue culpable de ninguna falta. Sin embargo, fueron sobornados falsos testigos para que testificaran contra él. Fue aborrecido porque había reprochado fielmente el pecado y la corrupción. Los hermanos de José lo desnudaron de su túnica multicolor. Los verdugos de Cristo echaron suertes sobre su túnica inconsútil (Id. 174).
17-20. José se retiró de la presencia de sus hermanos.
Sus hermanos [los de José] lo rechazaron rudamente. Les dijo para qué había ido allí, pero no le contestaron. José quedó alarmado por la ira que demostraban. El temor ocupó el lugar del gozo, e instintivamente se retiró atemorizado de la presencia de ellos. Entonces lo tomaron violentamente. Lo vituperaron con las admoniciones que les había dado en lo pasado, lo acusaron de relatar sus sueños para exaltarse por encima de ellos en el concepto de su padre, para que lo amara más que a ellos mismos (Id. 140).
28, 36. José trajo bendición a Egipto.
José consideró que el haber sido vendido y llevado a Egipto era la mayor calamidad que podría haberle sobrevenido; pero vio la necesidad de confiar en Dios como nunca lo había hecho cuando estuvo protegido por el amor de su padre. José llevó a Dios consigo a Egipto, y gracias a ello pudo vivir con alegría aun en medio de su aflicción. Así como el arca de Dios trajo descanso y prosperidad a Israel, así también este joven que amaba y temía a Dios llevó una bendición a Egipto. Esto se manifestó tan claramente, que Potifar, en cuya casa servía, atribuyó todas sus bendiciones a este esclavo comprado, y lo convirtió en un hijo más bien que en un siervo. El propósito de Dios es que los que aman y honran su nombre sean también honrados, y que la gloria dada a Dios mediante ellos se refleje sobre ellos (YI 11-3-1897).
CAPÍTULO 39
9. Las impresiones precoces fortalecieron su corazón.
Las impresiones precoces hechas sobre su mente [la de José] fortalecieron su corazón en la hora de la terrible tentación y lo hicieron exclamar: "¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?" La niñez es la época cuando pueden hacerse las impresiones más duraderas. . .Las semillas sembradas en la infancia por una madre cuidadosa y temerosa de Dios, se convertirán en árboles de justicia que florecerán y darán fruto; y las lecciones dadas, por precepto y ejemplo, por un padre temeroso de Dios, como en el caso de José, producirán luego una abundante cosecha (GH Ene. 1880).
Todo el futuro en la balanza en un momento de decisión
.Pocas tentaciones son más peligrosas o más fatales para los jóvenes que la tentación de la sensualidad, y si se cede ante ella, ninguna resultará tan decididamente ruinosa para el alma y el cuerpo por el tiempo y la eternidad. El bienestar de todo su futuro está en la balanza dependiendo de la decisión de un momento. José tranquilamente eleva los ojos al cielo en procura de ayuda, se quita su vestimenta exterior dejándola en manos de su tentadora y, mientras su vista brilla con firme resolución, en lugar de la pasión impía, exclama: "¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?" La victoria está ganada; huye de la seductora; está salvado (Carta 3, 1879).
9-19. La Providencia prevalecerá sobre los artificios del enemigo.
En medio de las trampas a las que todos están expuestos, se necesitan defensas fuertes y dignas de confianza de las que se pueda depender. En este siglo corrupto, muchos tienen una provisión tan pequeña de la gracia de Dios, que con frecuencia su defensa es derribada en el primer asalto y los cautivan las tremendas tentaciones. El escudo de la gracia puede preservar a todos sin que sean vencidos por las tentaciones del enemigo, aunque estén rodeados por las influencias más corruptoras. Mediante firmes principios y una confianza inmutable en Dios, pueden brillar su virtud y nobleza de carácter y, aunque estén rodeados por el mal, ninguna mancha debe quedar necesariamente sobre su virtud e integridad. Y si, como en el caso de José, sufren calumnia y falsas acusaciones, la Providencia encauzará para el bien todos los artificios del enemigo, y a su debido tiempo Dios los exaltará tanto más cuanto que por un tiempo estuvieron rebajados por una impía venganza (3SG 145, 146).
20 (Lam. 3: 27; Mat. 23: 12). La aparente prosperidad del vicio es una difícil prueba.
La fiel integridad de José lo llevó a la pérdida de su reputación y libertad. Esta es la prueba más severa a la que están sometidos los virtuosos y temerosos de Dios: que el vicio parece prosperar mientras la virtud es hollada en el polvo. La seductora estaba viviendo en la prosperidad como un modelo de virtuosa corrección, mientras que José, fiel a los principios, estaba bajo la envilecedora acusación del más repulsivo crimen. La religión de José mantuvo la dulzura de su carácter y su simpatía con la humanidad firme y cálida, a pesar de todas sus pruebas. Si sienten que no se los trata debidamente, hay quienes se vuelven agrios, poco generosos, ásperos y descorteses en sus palabras y comportamiento. Se hunden desanimados, llenos de odio y odiando a otros. Pero José era cristiano. Apenas entró en la vida de la prisión, puso en acción todo el brillo de la práctica de sus principios cristianos; comenzó a hacerse útil para otros. Se ocupó de las dificultades de sus compañeros de prisión. Fue alegre porque era un caballero cristiano. Dios lo estaba preparando mediante esta disciplina para una posición de gran responsabilidad, honor y utilidad, y estuvo dispuesto a aprender; aceptó de buen grado las lecciones que el Señor quería enseñarle. Aprendió a llevar el yugo en su juventud. Aprendió a gobernar aprendiendo la obediencia primero él mismo. Se humilló, y el Señor lo exaltó a un honor especial (Carta 3, 1879)
.Las penalidades prepararon a José para una posición encumbrada
.El papel que desempeñó José en las escenas de la oscura prisión fue lo que lo elevó finalmente a la prosperidad y el honor. Dios tenía el propósito de que se fogueara por medio de las tentaciones, la adversidad y las penalidades, a fin de prepararlo para ocupar un puesto encumbrado (3SG 146).
CAPÍTULO 41.
38-40.El secreto de la fidelidad.
José llevaba su religión por doquiera, y éste fue el secreto de su fidelidad inmutable (MS 59, 1897).
38. Los hombres reconocen una relación viviente con Dios.
Aquel que recibe a Cristo mediante una fe viviente, tiene una relación viviente con Dios, y es un vaso de honra. Lleva consigo la atmósfera del cielo, que es la gracia de Dios, un tesoro que el mundo no puede comprar. El que está en una relación viviente con Dios puede estar en un puesto humilde, y sin embargo su valor moral es tan precioso como lo fue el de José y Daniel que fueron reconocidos por reyes paganos como hombres con quienes estaba el Espíritu de Dios (MS 54, 1894).
CAPÍTULO 42.
21.Los hermanos de José temían la esclavitud
.Ellos [los hermanos de José] vendieron a José como esclavo, y estaban temerosos de que Dios tuviera el propósito de castigarlos permitiendo que llegaran a ser esclavos (3SG 156).
CAPÍTULO 45.
5Se alivió la turbación mental de los hermanos
.Ellos [los hermanos de José] humildemente confesaron las faltas que habían cometido contra José, y le suplicaron su perdón, y se regocijaron grandemente al encontrarlo vivo, pues habían sufrido remordimiento y gran angustia mental desde el momento cuando lo habían tratado con crueldad. Y ahora, al saber que no eran culpables de su sangre, se aliviaron sus mentes turbadas (Id. 167).
CAPÍTULO 49
3, 4 (cap. 39: 9). Inestable como el agua.
Por doquiera nos encontramos con quienes no tienen principios firmes. Les es difícil resistir la tentación. Venga de cualquier dirección, y en la forma que fuere, debe emplearse toda precaución para rodearlos con influencias que fortalezcan su poder moral. Si son separados de esa compañía e influencia benéficas, si son relacionados con quienes son irreligiosos, pronto mostrarán que no están realmente aferrados de lo alto; confiaban en su propia fortaleza. Han sido alabados y exaltados cuando sus pies estaban posados en arena resbaladiza. Son como Rubén, inestables como el agua, no tienen rectitud interior, y como Rubén nunca sobresaldrán. Lo que Ud. necesita es comprender su dependencia de Dios y tener un corazón resuelto. Pórtese como hombre donde está; muestre fortaleza de carácter donde está; mediante Jesucristo, sea capaz de decir: "No, no cometeré esa gran impiedad, y pecaré contra Dios". Esa clase de naturaleza endeble que no tiene espina dorsal para rehusar decididamente cualquier propuesta que dañe su influencia moral y religiosa a la vista de Dios y del hombre, siempre está bajo el control de Satanás mucho más que bajo el control del Espíritu de Dios. Son inducidos al mal muy fácilmente porque tienen una disposición muy acomodaticia, y les duele dar un No rotundo, y decir: "No cometeré esa impiedad y pecaré contra Dios". Si son invitados a tomar una copa con hombres o mujeres alegres, son conducidos como un buey al matadero, se unen con los impíos, que después se ríen de su pronta complacencia. No tienen fortaleza interior en la cual apoyarse. No ponen su confianza en Dios. No tienen elevados principios en cuanto a su deber (Carta 48, 1887).

3 comentarios:

Unknown dijo...

Buen Día, quisiera preguntarle si me podría facilitar el material en formato descargable, tengo un grupo de estudio con los jóvenes de la iglesia Adventista Gerizim y hemos tratado de conseguir el comentario biblico de Elena G. de White; poruq eel lugar donde estudiamos no tenemos internet.
Muchas Gracias

IGLESIA ADEVENTISTA SAN JUAN dijo...

porfa si le tienen en formato descarga ble les agradecería mil gracias que tengan una bendecida tarde bendiciones

Unknown dijo...

Genesis 3.22